Androide curioso

sábado, 30 de agosto de 2008

El deber de un intelectual transformador.

Plantearse la pregunta de cómo se debe configurar un profesor del siglo XXI es un desafío imponente y magno. No es sencillo configurar un profesor que se logre desenvolver en un contexto social con diversas necesidades. Ocurre siempre (o en la mayoría de los casos) que la teoría se aleja mucho de la praxis. Crea múltiples espacios vacíos entre ambos porque en las Universidades se enseña un tipo de teoría para ciertos alumnos y en el momento de situar la teoría en el aula y en el contexto real estudiantil se crea esa desarmonía de frecuencias. Tenemos escuelas Modernistas con alumnos Postmodernistas. Ese es el gran conflicto que nos afecta en la sintonía de la percepción de la realidad. ¿Cómo educar y satisfacer sus necesidades? Ese es el desafío que debemos comenzar a plantearnos. Pero no con esos argumentos baratos y utópicos de “cambiar el mundo con la pedagogía” sino al contrario, pienso que el método es utilizar a la pedagogía crítica como medio de integración, como sustento para poder crear alumnos más activos y capaces de ser críticos en el medio en que se desenvuelven. Se deben integrar los componentes cognitivos, afectivos y comportamentales (Resolución de problemas de una manera determinada).

La pregunta esencial es qué significa ser profesor, es ser capaz de entregar las herramientas necesarias para que los alumnos puedan desarrollar sus habilidades con una mirada crítica y con fuerte sentido social. La industrialización de la humanidad y de todas las instituciones es un problema que está creciendo. No podemos permitir que se comercialicen los derechos de todos. El rol del profesor de este nuevo siglo es: “la pedagogía del servilismo, que subordina la capacidad de los profesores al imperativo estricto de realizar los sueños y perspectivas de otros.”( Giroux, 1998). Es decir, proporcionar los valores pertinentes a la libertad, a la crítica y reflexión de nuestros contextos. El profesor debe ser capaz de potenciar y exaltar al máximo las capacidades de los alumnos, deben romper las estructuras de pensamiento heredadas, así como las formas en que transmite el conocimiento. Se deben establecer una nueva concepción del docente totalmente revalorizado y finalmente educar a nuestros alumnos para romper esquemas, ser crítico, reflexivos y concientes de su papel en la sociedad y el cambio.

El acto de romper esquemas satisface con sus necesidades de hombres y mujeres Postmodernistas, puesto que son fragmentados por su naturaleza. El tema del decaimiento de la Modernidad se asocia con el desarrollo de la primera Revolución Industrial del siglo XVIII, impulsada por la “inhumanidad mecanicista” que llevó incluso al Conductismo como método de enseñanza. Entonces ser un profesor de estos tiempos nos hace replantear los cuestionamientos de nuestra cultura, proporcionar la esencia vital para cultivar la crítica en cada ser humano.

En este proceso de modernización la escuela ha sido una de las instituciones más paradigmáticas. La confianza en la razón y en la capacidad de las personas para conocer el mundo que les rodea hace de la educación una de las ideas centrales del proyecto ilustrado. Desde esta perspectiva, la educación ha de contribuir ha superar el oscurantismo de la época anterior, transmitiendo las ideas del progreso y del método científico que se van consolidando a medida que avanza la modernidad. Una sociedad nueva demanda la formación de una persona nueva. En este sentido la educación debe romper los dogmas y tradiciones del antiguo régimen y ceder paso a una pedagogía inspirada en las libertades del pensamiento ilustrado (Aubert et al. 2004) y según Durkheim a una transmisión de valores que sustenten a la sociedad (moderna). La escuela debía practicar una suerte de rito exorcista llamado a expulsar los antiguos prejuicios.

Pero, ¿qué características debe tener un buen profesor de Lenguaje? La respuesta es que sea capaz de integrar todos los métodos de lectura, puesto que ya la “acción de leer” no sólo involucra la lectura de libros, si no también abarca un nuevo espectro en el que Internet está inmerso. Los estudiantes no sólo leen libros, si no más bien leen revistas, artículos, páginas de Internet, etc. El profesor de Lenguaje es el que les hace ver su contexto con una mirada crítica y que sean capaces de argumentar y producir sus propios discursos frente a la vida. Un mal profesor sería aquel que le teme a la ruptura de esquemas, aquel que prefiere incorporar los conocimientos de manera autoritaria y pasiva. Aquel que teme a la “transformación” y opta por la “adaptación”. Todos podemos imponer nuestras ideas y ser capaces de convivir con la pluralidad de voces. Todos podemos ser parte del sistema resignificando los valores y enriqueciéndolos porque así como la lengua es un sistema vivo que se transforma, los profesores somos el potencial y la vía para que los alumnos mantengan viva a la sociedad con la crítica reflexiva.

El tema de la “motivación” y de la “vocación” son puntos muy importantes en el desarrollo de esta nueva configuración del profesor del siglo XXI. Creo que la motivación debe ir más arriba que la vocación. No es necesaria la vocación para ser un intelectual transformador (profesor) si no más bien, es muy importante mantener la motivación para poder incentivar a los alumnos. Según la visión de Freire, la educación se convierte al mismo tiempo en un ideal y un referente de cambio al servicio de un nuevo tipo de sociedad, conectando la teoría y las prácticas sociales con los aspectos más profundos de la liberación. La vocación es ideal, la motivación es la manifestación concreta. Por esto es más importante para que los profesores sean capaces de transformar el medio. Ambos conceptos están vinculados pero la motivación es más útil en estos tiempos porque hace que el rol del profesor sea más profesional.

Giroux (1990: 176) da un voto de confianza al trabajo docente, y sostiene que una manera de repensarlo es la de contemplar a los profesores como intelectuales transformativos, como profesionales reflexivos de la enseñanza o lo que llamaría el docente neo-renacentista, este pensamiento se resume en las siguientes líneas: “Dentro de este discurso, puede verse más a los profesores como algo más que ejecutores profesionalmente equipados para hacer efectiva cualquiera de las metas que se les señale; más bien deberían contemplarse como y mujeres libres con una especial dedicación a los valores de la inteligencia y el encarecimiento de la capacidad crítica de los jóvenes”.

La pedagogía crítica es la vía en que pretendo desarrollar mi motivación cuando me desempeñe como profesor. Creo en ella, puesto que es el camino que hace cumplir las necesidades de los alumnos y así enriquecernos en el proceso los profesores y ellos al unísono. Éste es el camino que permite hacer frente al fatalismo postmoderno y que es como lo afirmó Freire “una pedagogía de la esperanza”.


Bibliografía

FREIRE, P. 1969. La educación como práctica de la libertad, Tierra Nueva, Montevideo
GIROUX, H. A. 1990. Los profesores como intelectuales. Hacia una pedagogía crítica del aprendizaje, Paidós, Barcelona.
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8 comentarios:

andy dijo...

Bueno, de seguro tienes un 7,0
osea, está rebueno el texto...
te pasaste...
muxas felicitaciones, sigue así!!!
esops, te cuidas, aioz...

Unknown dijo...

El tema de todos….. o de nadie…

El saber cual es el rol de los profesores en estos días es una cuestión que en definitiva ha llevado a grandes reflexiones a muchas personas, pero en la vorágine de trabajar 44 horas en aula… la capacidad reflexiva queda relegada.
Un buen profesional, del área que sea creo que constantemente debe replantear su saber y su saber hacer, porque de lo contrario la calidad del trabajo se ira menoscabando día a día.
Ahora, los profesores, que para muchos somos algo así como iluminados de los saberse, asistentes sociales, orientadores familiares, médicos y cuantas cosas mas, nos vemos enfrenados a una realidad tan dinámica que nos cuenta comprender cual es nuestro verdadero rol, porque en la teoría sabemos que somos en esencia trasformadores sociales, que debemos potenciar las fortalezas de los niños y de las niñas, pero ¿que capacidad de reflexión o mira de futuro le puedes dar a un niño que llega al colegio con hambre y sueño porque no durmió, ya que su madre prostituta lo dejo fuera de la casa?
En la universidad se nos dan los linimientos generales, y se manosea el termino “vocación” todo el rato, pero de la motivación nada…. Si mandan a niños de 1º a observaciones participantes en donde generalmente ocurre que el profesor guía o no te deja hacer nada o te manda hacer todo.
Creo que con todas las problemáticas actuales un verdadero profesional de la educación debe apelar a la motivación y a la esperanza de que la resiliencia se expanda entre los niños y las niñas.
Es difícil trabajar con personas, respetar las dinámicas individuales, conciliar criterios……pero cada día debemos tener la esperanza que algo por muy pequeño que sea se puede lograr.

Te felicito por estas inquietudes, sobre todo que recién estas comenzando, ya que cuando salgas al mercado laboral, veras que nada sabes y que todo esta por aprender y nunca olvides que no solo los educadores entregamos saberes, sino que de nuestros niños y niñas, de sus familias y de toda la comunidad educativa también estamos aprendiendo.

Unknown dijo...

El tema de todos….. o de nadie…

El saber cual es el rol de los profesores en estos días es una cuestión que en definitiva ha llevado a grandes reflexiones a muchas personas, pero en la vorágine de trabajar 44 horas en aula… la capacidad reflexiva queda relegada.
Un buen profesional, del área que sea creo que constantemente debe replantear su saber y su saber hacer, porque de lo contrario la calidad del trabajo se ira menoscabando día a día.
Ahora, los profesores, que para muchos somos algo así como iluminados de los saberse, asistentes sociales, orientadores familiares, médicos y cuantas cosas mas, nos vemos enfrenados a una realidad tan dinámica que nos cuenta comprender cual es nuestro verdadero rol, porque en la teoría sabemos que somos en esencia trasformadores sociales, que debemos potenciar las fortalezas de los niños y de las niñas, pero ¿que capacidad de reflexión o mira de futuro le puedes dar a un niño que llega al colegio con hambre y sueño porque no durmió, ya que su madre prostituta lo dejo fuera de la casa?
En la universidad se nos dan los linimientos generales, y se manosea el termino “vocación” todo el rato, pero de la motivación nada…. Si mandan a niños de 1º a observaciones participantes en donde generalmente ocurre que el profesor guía o no te deja hacer nada o te manda hacer todo.
Creo que con todas las problemáticas actuales un verdadero profesional de la educación debe apelar a la motivación y a la esperanza de que la resiliencia se expanda entre los niños y las niñas.
Es difícil trabajar con personas, respetar las dinámicas individuales, conciliar criterios……pero cada día debemos tener la esperanza que algo por muy pequeño que sea se puede lograr.

Te felicito por estas inquietudes, sobre todo que recién estas comenzando, ya que cuando salgas al mercado laboral, veras que nada sabes y que todo esta por aprender y nunca olvides que no solo los educadores entregamos saberes, sino que de nuestros niños y niñas, de sus familias y de toda la comunidad educativa también estamos aprendiendo.

MyM dijo...

concuerdo con varias cosas que planteas. sin embargo, creo que todavía debe evaluarse si es que, de existir tal cosa como una 'sociedad postmoderna' podemos verla operando hoy. lo de la maquinización es fascinante, una de las facetas del s. XVIII que suelen ignorarse, al igual que los escritos del Marquis de Sade. léete el capítulo 'los cuerpos dóciles' de vigilar y castigar de Foucault.

por otro lado, cabe plantearse, ¿por qué hablamos de profesores de lenguaje y no de castellano o de literatura? ¿por qué poner en el curriculum medios de comunicación? si es del lenguaje del que estamos hablando, ¿por qué llegamos sólo hasta las propuestas de saussure sobre el signo?

=*

Pablo Flores Pineda dijo...

Chucha me tengo que ir a dar un ensayo PSU a las 9:00.
No fuí al colegio para hacer el ensayo "a conciencia". Jaja

Saludos!

Bigotes dijo...

Ser profesor en este siglo, es tan dificil, ahora sér profesor, tiene que ser una persona que sea inteligente y muy fuerte emocionalmente, me gusto leerte, esta weno, cudiate mucho, estamos en contacto amigo blogger :)

Bigotes dijo...

hice un comentario pero no se vio, en fin, decia que ahora ser profesor, es una tarea tan pero tan dificil, ahora en este siglo, para ser profesor,uno tiene que ser fuerte e inteligente emocionalmente, cudiate mucho y nos estamos leyendo amigo blogger =*

krispo dijo...

me gusto mucho tu blog, interesante
te seguire visitando y ahora leyendo, besos*

 
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