Cuando el miedo al cambio es tan magno, se tiende a rescatar lo antiguo. Hay que dejarse llevar por el cambio, por la ola de la aventura que es la mano de la tormenta y de la calma a la vezsábado, 16 de agosto de 2008
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1 comentario:
pero nunca es posible (o se me imagina tan difícil que si alguien lo lograse, se autodestruirá) convertirse en el mar. cuando mucho ser un bote a la deriva. ni pensar en el barquito de rimbaud, sino un modesto bote que va a la deriva a lo largo de la costa.
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